El Cactus Coreano, también conocido como Gymnocalycium injerto, es una planta ornamental única creada por la injertación de dos cactus de pequeño tamaño. El cactus de base, usualmente de color verde, sirve como soporte para el cactus injertado en la parte superior, el cual presenta colores vibrantes como naranja, rosa, fucsia o amarillo.
Bonsai Pino San José Matera Piedra Pequeña
$ 35.000,00
Florecer Orquideas
$ 10.000,00
Cactús Koreano
$ 30.000,00
Riego: Al ser un cactus, el riego debe ser moderado. Se recomienda regar solo cuando el suelo esté completamente seco al tacto. En promedio, un riego cada 10 a 15 días durante el verano y cada dos meses en invierno será suficiente.
Luz: Prefiere ambientes con luz indirecta brillante. Ubicarlo cerca de una ventana con orientación este o oeste sería ideal. Evita la luz solar directa, ya que puede quemar sus colores vibrantes.
Humedad: No requiere alta humedad ambiental. De hecho, prefiere ambientes secos.
Suelo: Un buen sustrato para cactus, con buen drenaje, será perfecto para esta planta. Puedes encontrar mezclas ya preparadas en viveros o tiendas especializadas.
Interior o exterior: El Cactus Coreano puede adaptarse tanto a interiores como exteriores. Sin embargo, si lo ubicas en el exterior, asegúrate de que reciba la luz adecuada y protégelo de heladas fuertes.
Cuidados:
Buen drenaje: El sustrato debe drenar bien para evitar encharcamientos.
Fertilización: Durante la primavera y el verano, puedes fertilizar cada dos o tres meses con un fertilizante diluido específico para cactus.
Trasplante: Realiza el trasplante cada dos o tres años, a un contenedor un poco más grande que el anterior.
Cuidado con las espinas: Ten cuidado al manipular el cactus, ya que sus espinas pueden ser pequeñas pero molestas.