Tipo de planta: Epífita tropical, originaria de los bosques húmedos de Asia.
Cuidados generales:
Luz: Prefiere luz indirecta brillante. Evita la luz solar directa, ya que puede quemar sus hojas. Un lugar cerca de una ventana orientada al este o al oeste suele ser ideal.
Riego: El riego excesivo es una de las principales causas de muerte en las Phalaenopsis. Riega cuando el sustrato esté casi seco al tacto, aproximadamente una vez por semana. Evita dejar agua estancada en la base de la planta.
Humedad: Le gusta un ambiente húmedo. Puedes aumentar la humedad colocando la maceta sobre una bandeja con guijarros húmedos o utilizando un humidificador.
Temperatura: La temperatura ideal oscila entre 18°C y 25°C durante el día, y unos pocos grados menos por la noche. Evita las corrientes de aire frío.
Sustrato: Utiliza un sustrato específico para orquídeas, que permita un buen drenaje.
Fertilizante: Aplica un fertilizante líquido para orquídeas diluido cada 2-4 semanas durante la época de crecimiento.
Trasplante: Trasplanta cada 2-3 años, cuando las raíces hayan llenado el recipiente.
Floración:
Para estimular la floración, puedes proporcionar a tu orquídea un período de descanso de unas semanas con temperaturas ligeramente más bajas y menos riego.
Una vez que aparezca la vara floral, evita mover la planta para que los capullos no se caigan.
Plagas y enfermedades:
Las Phalaenopsis pueden verse afectadas por cochinillas, áfidos y hongos. Inspecciona regularmente tu planta y trata cualquier problema a tiempo.
Consejos adicionales:
- Riega por inmersión: Sumerge la maceta en un recipiente con agua durante unos 15-20 minutos, luego deja escurrir bien.
- Evita mojar las hojas: El agua estancada en las hojas puede provocar pudrición.
- Observa a tu planta: Cada planta es única, por lo que es importante observar su comportamiento y ajustar los cuidados según sea necesario.