Cuidados
- Luz: Prefiere la luz indirecta brillante. Evita la luz solar directa, ya que puede quemar sus hojas.
- Temperatura: Le gusta un ambiente cálido y húmedo, con temperaturas entre 18 y 24 °C.
- Riego: El suelo debe mantenerse ligeramente húmedo, pero evita el encharcamiento. Riega cuando la capa superior del sustrato esté seca al tacto.
- Humedad: Necesita alta humedad ambiental. Puedes utilizar un humidificador, colocar la maceta sobre una bandeja con guijarros y agua, o rociar las hojas con agua regularmente.
- Sustrato: Utiliza un sustrato bien drenado y rico en materia orgánica.
- Fertilizante: Aplica un fertilizante líquido diluido cada 2-3 semanas durante la primavera y el verano.
- Poda: Retira las hojas secas o dañadas y poda las flores marchitas para estimular el crecimiento de nuevas.
Problemas comunes
- Hojas amarillentas: Pueden ser causadas por exceso de riego, falta de luz, bajas temperaturas o plagas.
- Puntas marrones: Indican aire seco o falta de humedad ambiental.
- Plagas: Las cochinillas, ácaros y mosca blanca son plagas comunes que pueden afectar a la Afelandra.
- Caída de hojas: Puede ocurrir por cambios bruscos de temperatura, corrientes de aire frío o falta de riego.
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